Este poema expresa la fe del autor en que la resurrección de Jesús le da sentido a su vida, fortalece su fe con luz, fuerza y paz, y vence el miedo. También cree que a través de la resurrección, los seres humanos reciben la promesa de inmortalidad, la esperanza se separa de la utopía, los muertos alcanzan la paz, y el mundo ya no es solo un escenario sino un compañero del hombre.