Llega la última semana del mercado de fichajes y, al fin, comienzan a desfilar los llamados descartes verdiblancos. Como ya estaba anunciado, Álvaro Vadillo abandona el club bético y será futbolista del Rayo Vallecano. El hasta ayer canterano bético logró finalmente la carta de libertad del Betis y firmará con el club madrileño por las próximas tres temporadas, aseguró ayer a este periódico su representante, quien añadió que "sí habrá una opción de recompra por parte del Betis, que además recibirá un porcentaje del dinero que se desembolsara por una futura venta", informó. Eso sí, matizó el agente de Vadillo, "no será en los términos en los que está publicándose", agregó al referirse a los "dos millones de euros" que debería abonar el Betis en caso de que ejerciera esa opción o "el 30% de sus derechos, en caso de posterior traspaso", dijo.

El entorno del extremo portuense, que ya se encuentra en Madrid, se mostraba exultante tras haber sufrido durante el verano un compás de espera asfixiante. Ahora sí, el joven futbolista podrá demostrar su valía en Vallecas, venían a comunicar, aunque antes deberá pasar el reconocimiento médico, que está previsto en una clínica madrileña a las 08:00 de hoy.

En el mismo capítulo de las salidas de jugadores descartados por el equipo técnico bético está Lolo Reyes. La prensa alavesa no cesa de informar sobre la inminente llegada del medio centro chileno al Alavés, club que le ha mostrado al jugador toda su confianza, incluida una llamada personal de su entrenador, José Bordalás.

El representante del futbolista chileno corroboró el interés de Reyes en jugar cedido en el Alavés la próxima temporada, aunque no descartó que las negociaciones se prolonguen hasta el mismo pitido final del cierre del mercado. En estos momentos, informó el agente, los dos clubes están en pleno proceso de negociación, a la que aún le resta por definir todos los términos. El futuro de Reyes está, por tanto, casi resuelto.