Polémica sobre la antigüedad de los vascos
Los vascos: ni aislados lingüísticos ni genéticos
Recientemente se ha publicado un artículo en diferentes medios en el que se asegura que los vascos de hoy día “no son tan antiguos” y que su “antigüedad” es más reciente de lo que se pensaba.
Las conclusiones reflejadas en el resumen del artículo genético publicado en PNAS son sorprendentes, ya que el texto dice, literalmente, “...han sido considerados aislados genéticos y lingüísticos...” y asocia a los vascos con una época anterior a la agricultura. Estas conclusiones son sorprendentes también porque en el artículo se estudian muestras procedentes del yacimiento de Atapuerca, donde aún está por ver qué tiene que ver genética y lingüísticamente con los vascos actuales.
Respecto al artículo de PNAS hay que decir lo siguiente:
1) El idioma vasco se sabe desde hace tiempo que no es un aislado lingüístico. Los lingüistas del Instituto de Santa Fe y el profesor de la Universidad de Stanford (California, USA) Merrit Ruhlen hace ya bastantes años que lo establecieron. Parte del póster lingüístico que se enseña en el Museo de Historia Natural de San Francisco elaborado por Merrit Ruhlen se reproduce a continuación:
Como se ve, el euskera está incluido en un grupo de lenguas llamadas Dene-Caucásicas (color azul intenso), entre las que se encuentran el mandarín chino, caucásicos, ket-siberiano y atabasco de indígenas canadienses, navajo y apache, entre otras.
Del mismo modo, existe un sustrato de lengua euskérica en Europa y muchos han relacionado el euskera con la lengua ibérica antigua, tal y como puede verse aquí y aquí.
2) Es curioso que ocho muestras de huesos procedentes de época pre-agricultura de Burgos, Atapuerca (El Portalón), nos den la clave para afirmar categóricamente que los vascos sean más o menos “antiguos”.
Los análisis de genomas de restos biológicos en yacimientos arqueológicos son muy problemáticos de analizar. En primer lugar, es obvio que la manipulación inicial por manos modernas pudo introducir DNA de los mismos excavadores de una manera accidental. Máxime cuando probablemente nunca se previó que se iba a analizar un genoma humano completo en los restos. Si observamos el artículo de PNAS con detalle, las preguntas a las que debe responder el problemático análisis de muestras antiguas están resumidas en el siguiente link: (ANTHROPOLOGICAL APPLICATIONS OF ANCIENT DNA: PROBLEMS AND PROSPECTS. Connie J. Mulligan ), pero no están respondidas.
Por otro lado, el artículo habla de “grupos ibéricos modernos”, que se distinguen de los vascos en que se encuentra mezclados con caucásicos y centroasiáticos. Esto contradice numerosos estudios previos donde no se han encontrado grandes diferencias entre la genética de los vascos y las de sus vecinos, utilizando marcadores muy polimórficos ya sea autosómicos o sexuales. Es una afirmación muy arriesgada, basada solo en algunos datos que se hayan escogido.
Por supuesto, hay que explicar claramente desde un punto de vista genético qué son los “grupos ibéricos modernos”, y si su definición está basada en sitios genéticos muy polimórficos que fácilmente emparentan o distinguen poblaciones o, por el contrario, en estudios de genomas completos que son muy poco útiles en genética de poblaciones, ya que si la diferencia entre, por ejemplo, chimpancé y humanos es muy pequeña, mucho más pequeña es la estructura diferenciadora poblacional de genomas completos.
Hoy existe consenso entre los genetistas de poblaciones en que el estudio de genomas completos es menos útil para estudiar el origen y el emparentamiento de las poblaciones humanas que los sistemas específicos que se han venido utilizando. Hay que destacar que, a pesar de ello, se ha puesto de moda estudiar genomas completos en muestras de muy pocos individuos y dudosa pureza para estudiar genética de poblaciones. Esfuerzo vano, aunque sea útil para definir enfermedades y sus genes.
Siguiendo con el artículo de PNAS se deduce de las ocho muestras haplogrupos de DNA mitocondrial, que se asignan a mi modo de ver de una manera poco segura a cazadores-recolectores o a agricultores; pero al utilizar los marcadores del cromosoma Y, los propios autores dicen que no pueden llegar a ninguna conclusión “debido a que la muestra es muy pequeña (solo ocho individuos)”.
Otra contradicción del estudio es que se encuentran diferentes resultados genéticos en dos sitios arqueológicos contiguos (El Portalón y El Mirador) del yacimiento de Atapuerca, que los mismos autores atribuyen a las pocas muestras analizadas.
En resumen, es arriesgado sacar grandes conclusiones y titulares de periódicos hablando de la mayor o menor antigüedad de los vascos, sin estar explicado qué significa esa antigüedad, en una base tan débil como es la presentada en el artículo de PNAS y con unos razonamientos apriorísticos de direcciones de agriculturización (Este-Oeste) estrictas, cuando el Mediterráneo fue un lugar, probablemente, muy poblado de cultura común en épocas pre-agrícolas. Los autores deberían revisar toda la literatura que hay sobre el tema y que contradicen claramente sus conclusiones.
Sería aconsejable que los autores considerasen la gran cantidad de datos sólidos genéticos y lingüísticos que apoyan la gran antigüedad de los vascos como componentes europeos de la comunidad preneolítica/neolítica de la cornisa atlántica. El marcador R1b del cromosoma Y agrupa claramente a los europeos atlánticos y los distingue del resto. (Más información, aquí).
Stephen Oppenheimer ha demostrado con múltiples análisis genéticos cómo los genes de los habitantes de las islas británicas proceden en gran parte de la cornisa cantábrica ibérica, en una época de retirada de los hielos.
Del mismo modo, el profesor Koch de la Universidad de Gales ha relacionando estrechamente el antiguo galés y el tartésico.
Estos datos no deberían ser ignorados por los que hablan de “antigüedad” o “modernidad” de los vascos, que hacen referencia a conceptos a mi juicio inexistentes.
jose pedro a. r. | Miércoles, 11 de Abril de 2018 a las 00:24:28 horas
He escuchado el youtube sobre el asunto del Portalon y parece que no se ha interpretado muy finamente: simplemente dice que en un "tumulo funerario" calcolitico que está cerca del famoso yacimiento de Atapuerca se han encontrado unos antiguos restos humanos, de hace unos 5000 años, que se parecen mucho geneticamente a los vascos actuales, y en cuyos restos, logicamente, no se detectan "genes" africanos" ni de gentes de idioma indoeuropeo, sino solamente, y logicamente dada la fecha, hace unos 5000 años, genes que tiene mecla de los "cazadores recolectores del mesolitico" y de "agricultores del neolitico" estos últimos posiblemente llegados desde la actual Anatolia por via maritima, muy similares estos a los de la antigua poblacion de Cerdeña. Es decir: lo logico y nada especial: en los del tumulo funerario del Portalon hay gente con genes muy parecidos a los de los actuales vascos, en los cuales no hay "abundantes" genes de tal que de los fenicios, ni de los bereberes de la invasion musulmana, ni de los "celtas" ni de los "germanos" sino sobre todo genes de los "indigenas" del occidente de Europa y genes de los "agricultores neoliticos" -estos parecidos a los de los antiguos sard
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