A pesar de que la oposición ganó la mayoría política, Maduro aún cuenta con el apoyo de cerca del 30% de los Venezolanos, las fuerzas armadas y el control de los medios.
La izquierda en Latinoamérica está perdiendo terreno por el disgusto que sus prácticas han generado en el electorado. Básicamente:
No me atrevo a opinar si el socialismo es bueno, malo o conveniente para Latinoamérica, pues requeriría de un gran estudio (como mínimo una especialización). Sin embargo, sus representantes latinoamericanos se han destacado por ser fanáticos antes que estadistas.
En el caso de Bogotá (la capital de Colombia), la tradición de derecho del país ha permitido una correcta transición, sin embargo, el candidato ganador (Peñaloza, de Centro, Centro-derecha o Derecha) no ha perdido oportunidad para hablar mal del Alcalde saliente (Petro).
En el caso de Argentina, Cristina está haciendo una maratón de artículos y proyectos para dejar comprometido al siguiente gobierno. Cuando el entrante gobierno intente “corregir” algunos temas, generará descontento que le hará perder la insipiente mayoría con que ganó.
En el caso de Venezuela, aunque queda claro que Maduro ya no cuenta con el apoyo de la mayoría, aún es respaldado por más 30% de la población y por el ejército en pleno. De esta forma, todavía tiene mucho apoyo y puede imponerse con el uso de la fuerza militar, insinuaciones que ha venido haciendo desde noviembre. El caso de Venezuela es grave pues iniciaría una guerra civil dentro del país, pues recordemos que Chávez se encargó desde hace varios años de armar a la población civil (a los chavistas) para la defensa de la revolución.