Assault Android Cactus – Robozas y balas

Me gusta el hecho de analizar (en este caso, de nuevo), un juego un tiempo después de que haya aparecido, o como ahora, aprovechando su relanzamiento en una nueva plataforma. Para quien no lo conozca, que seréis muchos (aunque muchos menos si nos ceñimos al espectro de la población que lee habitualmente esta sacra página web), es un juego de disparos en tres dimensiones, jugabilidad en dos dimensiones, con una vista que oscila entre la superior clásica y una especie de isométrica, que tuvo cierto tirón mediático en el universo independiente a finales de 2015, pero que en ningún caso consiguió dar el salto hacia los imprescindibles del género (llámese matamarcianos, llámese run & gun, llámese twin stick shooter), a pesar de sus innegables méritos.

Por suerte esta versión de Xbox, tal vez un poco obligados por las cláusulas que impone Microsoft a los desarrolladores independientes, saca un poco lo mejor de este título, dándole un nuevo brillo. Esto se nota especialmente en la optimización, pues si bien en PC encontramos en algún momento que, por la razón que sea, el juego no acababa de funcionar de manera óptima, en Xbox One (y quiero creer que en Xbox One X a 4K también) funciona todo como el rayo, con un nivel excelso de ritmo que nos hace disfrutar enormemente de sus tiros, su sentido del humor, y su acción.

El juego cambia la perspectiva cuando la acción lo necesita.

¿En que consiste exactamente Assault Android Cactus? Es, como hemos dicho, un juego de acción, donde manejamos a una androide armada hasta las cejas. Básicamente, cada androide, de hasta los 9 posibles, tiene un arma principal y una secundaria, a las que se tienen que añadir opciones como modos en el que vamos más acelerados o que nos apoyan elementos externos para poder generar un nivel de destrucción aún mayor. A diferencia de otros juegos más estáticos donde podemos intuir rápidamente lo que ocurre a nuestro alrededor en una cantidad de tiempo bastante respetable, Assault Android Cactus juega mucho con la sorpresa, de manera que puede cambiar el escenario de manera dinámica o pueden aparecer enemigos de donde no esperamos, de manera que cada nivel, especialmente conforme vayamos avanzando en nuestra partida, es un constante aprender a enfrentarnos a nuevas amenazas, lo que los hace especialmente apasionante. Su historia no es especialmente original, pues lo único a lo que nos invita es, inicialmente, a rescatar los tripulantes de una nave espacial que deriva a lo largo de la galaxia, pero en cualquier caso este punto es algo secundario en el género que nos ocupa.

Este nivel es particularmente dinámico.

Además, es bastante original a la hora de empujarnos hacia la acción frenética, pues en lugar de incorporar el concepto de vida lo que disponemos es de un límite de tiempo, y el hecho de que nos alcancen lo que hace es dejarnos inhabilitados un rato, de manera que tenemos que tener cuidado y buscar la manera de superar cada pantalla lo antes posible, y si podemos, de paso, mejorar nuestra puntuación hacia límites notables.

Conseguir la mejor puntuación siempre es un objetivo loable.

Todo esto, además, con un aspecto visual que mejora conforme más jugamos, con posibilidad de jugar hasta cuatro jugadores, con un sentido del humor bastante agradable, y con un fantástico diseño de niveles. Assault Android Cactus es uno de esos juegos que ha hecho bien su trabajo tanto a la hora de ser desarrollado como de darse a conocer, pero por los hados del mundo del videojuego aún no ha conseguido su esperado éxito. Si este título hubiera aparecido hace un tiempo sin duda (hablo de décadas) se hubiera acabado convirtiendo en un clásico instantáneo, pero por desgracia se ha lanzado sin el apoyo de ninguno de los editores de referencia actuales, y esto se acaba notando. Esperemos que Witch Beam, sus creadores, no se duerman en los laureles y vuelvan a la carga con más suerte, pues se lo merecen.

Llegaremos a ver muchas mas balas en enfrentamientos contra los grandes jefes.


Battle Crust: matamarcianos como los de antes

El valiente de Ryo Nakajima lleva ya una saga de tres matamarcianos a sus espaldas bajo el nombre de Infinos. La última entrega, de hecho, ya es comercial, aunque no ha salido aún en la plataforma mayoritaria para PC, Steam, sino bajo la distribución de Playism. Las 3 entregas de Infinos tienen una semejanza a la saga Gradius, pero tienen personalidad propia.

Pues ahora aparece, en toda su gloria de matamarcianos vertical, Battle Crust para la plataforma de Valve, y lo cierto es que se convierte en el primer matamarcianos realmente recomendable en lo que va de año. En Battle Crust manejamos a una nave que tiene la capacidad de, después de haber cogido un ítem de armas (cualquiera) , crear un escudo de energía en frente de la nave mediante la pulsación del botón de carga. Gracias a ese escudo podemos parar disparos enemigos, o por lo contrario podemos liberarlo, y aquí es donde según lo que hayamos elegido, es tan sólo un disparo, un disparo que además cubre ligeramente los laterales, o un disparo que se queda un poco en el lugar de la explosión. Gracias a este gimmick Battle Crust abandona la senda del juego de Konami y se acerca más bien a su eterno rival en la lucha por qué juego es más mítico, el inolvidable RType de Irem.

Carga lateral

Pero a diferencia de la saga de Bydo y compañía, en Battle Crust la acción se desarrolla de manera vertical, lo que es ideal por si tenemos un monitor capaz de girarse (TATE) y darnos toda la capacidad de visualización en pantalla necesaria para jugar en condiciones (si no podemos meter unas barras en los laterales, pero no es lo mismo). Como matamarcianos pertenece al estilo clásico, ese que se pudo ver en juegos de consola y arcade desde 1986 hasta 1993 (tal vez un poco más tarde). Nada de millones de balas, sino unas pocas pero bien tiradas. Durante 6 fases nos iremos enfrentando a todo tipo de enemigos, principalmente naves de diferentes tamaños y formas, siendo especialmente notable la aparición de muchas de estilo militar en forma de cruceros y destructores que se pueden ir destrozando pieza a pieza. A lo largo de las 6 fases también nos encontraremos con diferentes situaciones, así, en una de ellas estamos dentro de una cueva, y en otra nos encontramos con una base, y más sorpresas.

Destructor

Otro punto importante es el sistema de selección de armas. Podemos coger varios tipos de armas, cada una de un color (rojo, azul, amarillo, verde) pero además podemos combinarlas una vez. Si nos matan perdemos el arma extra, pero queda flotando en el espacio, de manera que si la volvemos a coger cogeremos un arma extra básica, y luego ya podemos volver a realizar la combinación de nuevo.

A nivel gráfico podemos ver que no es super espectacular, pero que está bien hecho. Lo que si que es espectacular es el sonido, realizado por Hyakutaro Tsukumo, el cual se encargó de los últimos ThunderForce. Una banda sonora muy animada y metalera, perfecta para lo que vemos en pantalla.

En resumen, Battle Crust es un fantástico matamarcianos de humilde origen. Una vez se domina se puede finalizar en veinte minutos, pero hasta entonces nos dará bastante juego. Es un canto a una manera de hacer videojuegos clásica, y sin duda alguna merece cierto reconocimiento, al menos entre los aficionados a este estilo de juegos. Si sois de esos apoyadlo, no os arrepentiréis.

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DOT Space Hero

De la mano de 1coin studio nos encontramos con un matamarcianos donde manejamos a Dot, un amante de los videojuegos que debe recuperar el polvo de estrella robado por unos malvados ladrones mientras se echaba una cabezadita. Así que, jetpack a la espalda y pistola en mano, se lanza en pos de los ladrones a lo largo de un buen puñado de pantallas.

Como es un juego para dispositivos táctiles, sus desarrolladores han optado por un esquema donde el personaje avanza sólo todo el rato, y nosotros podemos hacer que suba (si soltamos baja) y con otro botón disparamos. Esto puede provocar que, sobre todo al principio, perdamos bastantes vidas, pero no es excesivamente difícil. Si bien se queda un pelín corto para los estándares de un género como los matamarcianos (a pesar de contar con multitud de armas, elementos de bonus e incluso fases especiales), es uno de los que mejor hemos visto que se haya adaptado a estos dispositivos.

Visualmente el juego es muy agradable, y otro tanto podemos hablar del sonido. Tanto las escenas fijas como los gráficos que vemos durante el juego están realizados con mucho amor, y esto se nota. …Seguir leyendo +


Dolores Entertainment busca financiación para Ice Cream Surfer

La empresa catalana Dolores Entertainment, creadora de juegos como L-Fun 45, Spanish Chiringuito, Vectron o ¿Donde está mi sobre?, entre otras obras, ha creado un proyecto en la plataforma de financiación en masa Verkami para poder llevar a buen puerto su matamarcianos Ice Cream Surfer.

El juego en cuestión, al que hemos podido tener acceso, es un matamarcianos en la línea de «juegos monos» que inició Twin Bee y que continuaron juegos como Fantasy Zone, Parodius u Ordyne. En él tendremos que derrotar al ejército del malvado Broccoli a lo largo de 6 fases diferentes, pudiendo manejar 5 personajes distintos.

A pesar de que sólo llevan (en el momento de escribir estas líneas) 305 de 11.500 euros recogidos, aún quedan 29 días, así que es posible que acaben llegando a su objetivo final. Por si estáis interesados, os dejo el enlace de su campaña de financiación, y un tráiler de Ice Cream Surfer.