Curación de contenidos: cómo realizarla y en qué te beneficia

Aprende en este post los beneficios que te reporta realizar curación de contenidos de una manera efectiva

Seguro que has oido el término «curación de contenidos» y cómo mínimo te suena raro. No eres el único. La curación de contenidos se engloba generalmente dentro de las estrategias de marketing de contenidos realizadas por empresas y profesionales.

Qué significa y en qué consiste la curación de contenidos

El término se atribuye a un artículo publicado por Rohit Barghava en el año 2009 (Fuente: Wikipedia). En él, el autor indica la necesidad de la figura de un “content curator” (curador de contenidos), definiéndolo como al experto que encuentra, agrupa, organiza y comparte continuamente el mejor y más relevante contenido sobre un tema (sic).

En eso consiste la curación de contenidos, en seleccionar de entre todos los contenidos publicados en internet aquellos más adecuados en función de los intereses de una empresa, una marca o un profesional. E inclusoque-es-curacion-de-contenidos-y-en-que-te-beneficia como simple persona como veremos al final de este post.

Definido el concepto curación de contenidos vamos a ver cómo realizarlo y que beneficios te reporta sea cual sea tu situación.

Lo primero que debes plantearte para comenzar es cuál es tu objetivo

Este puede ser de carácter personal, ya sea para difundir unas determinadas ideas en cualquier materia (política, medio ambiente, legislación, etc.) o profesional, como dar vida a una web o a perfiles profesionales o de empresa en las redes sociales.

Condiciones ideales para una buena curación de contenidos

Que lo hayas leído

Si te guías solo por el título de un artículo para compartirlo te puedes llevar sorpresas desagradables, ya que por desgracia el título no siempre refleja el contenido.

Y ocurre que sumergidos en la gran cantidad de información que circula por internet, las prisas por falta de tiempo o lo que es peor (mucho peor para realizar este tipo de acciones): que tengas “vaguitis crónica” para leer, puedes caer en esa tentación o en otra más light pero también peligrosa: escanear el post en lugar de leerlo.

Leer un post completamente antes de curarlo lleva su tiempo, pero desde luego no meterás “la pata” curando como buenos contenidos que resultan ser irrelevantes o de poca calidad por muy bueno que sea el título. Lee siempre entero cada post sobre el que vayas a ejercer curación de contenidos.

El no hacerlo solo puede perdonarse en el caso de que estés en el punto cuarto de este apartado. Y nuestro consejo es: ni aun así.

Busca siempre contenido original

Decimos esto por dos razones: Una es que si por bueno que sea el contenido está más visto que el TBO J, pues como que merece menos la pena que te molestes.

Siempre molará más que sean temas novedosos o que estén al menos tratados desde otro ángulo o con un enfoque original.

La otra razón en que empleamos el término “original” es porque curar lo curado, recurado o requetecurado puede dar lugar a un pastiche de mil demonios.

Y te puedes encontrar con eso con bastante facilidad, ya que hay webs que ya realizan este tipo de acciones. Te ponemos un ejemplo.

Como habrás visto en este blog publicamos una infografía para ilustrar cada artículo que publicamos.

Puesto que las infografías son un  contenido valioso en sí mismo, otros blogueros hacen curación de contenidos con ellas en sus webs, bien compartiéndolas simplemente con una mención a la fuente (que por supuesto agradecemos) o creando un mini post partiendo de la propia infografía e incluyendo esta citando también la fuente.

Pues si otro profesional quiere hacer una buena curación de contenidos no debería basarse en un contenido ya curado. No es que esté mal hacerlo e incluso puede hacer un excelente trabajo, pero lo ideal sería que recurriese a la fuente original (en el ejemplo, el post con la infografía creado originalmente en esta web) para dar su propio “toque” al mismo.

Trata por tanto de hacer curación de contenidos sobre contenidos originales y no sobre contenidos curados ya por otro curador.

El contenido que cures debe aportar valor

Otra condición indispensable para que tu labor como curador de contenidos valga la pena es esta y es especialmente importante: el contenido debe aportar valor a tu audiencia. No importa la cantidad, sino la calidad.

Si por curar muchos contenidos no vigilas que estos sean de una calidad realmente relevante, en lugar de beneficiarte tú o la empresa para la que estés realizando esta labor, te/la perjudicarás. Y por supuesto te perjudicarás a ti mismo como profesional.

Busca por tanto contenidos que realmente sean útiles para tus objetivos sean cuales sean y aporten por sí mismos valor (aparte de la labor de curación que realices).

Veamos otro ejemplo para ilustrar esto.

Imaginemos que quieres difundir una determinada idea política. Por tanto vas a utilizar en tu web, perfil o páginas en las redes sociales contenidos que te ayuden a hacerlo.

Pero todos sabemos la cantidad de “paja” que existe en internet especialmente en ese tema, por lo que antes de utilizar cualquier contenido por mucho que parezca “venirte de perlas”, deberás contrastar las fuentes para valorar la autenticidad del mismo.

Si no lo haces y al final ese contenido resulta ser un bulo o algo sin fundamento, te encontrarás conque no solo no conseguirás tu objetivo, sino que perderás credibilidad. Por eso también tiene una enorme  importancia el punto siguiente.

Que el contenido a curar proceda de una fuente fiable

Como ya vimos al principio cuando hablábamos de la necesidad de leer enteritos los posts a curar (o ver los videos, presentaciones, infografías, etc.) el hecho de que la fuente sea ya de tu entera confianza es lo único que puede eximirte de “culpa” por no leer (o lo que sea) entero el material que curas.

Una labor de gran importancia en la curación de conetindos es por tanto la de localizar previamente fuentes de la suficiente calidad para no ir dando “palos de ciego”.

Bueno, bueno, bueno…. Nos estamos enrollando mucho, pero oye, ¿No querías saber de qué iba todo esto? Pues sigue leyendo que ahora, de verdad de verdad, tras explicarte qué es eso de la curación de contenidos y las condiciones indispensables que deben darse… ¡Tachán! Vamos a ver las diferentes formas de hacerlo.

Formas de hacer curación de contenidos

Si tienes un blog pero no eres muy creativo o andas escaso de tiempo, puedes curar contenidos de terceros para irle dando vidilla a tu blog.

Puedes coger un post y currarte una infografía basada en él, coger una infografía y escribir un post basado en ella, o hacer un video. O coger un video y escribir un post… las combinaciones son múltiples como ves.

En cualquiera de estos casos, eso sí, cita la fuente de tu inspiración.

Otra forma en que puedes hacer curación de contenidos es a través de las redes sociales.

Aunque los tésnicos 😉 del lugar prefieren llamar a esto curación de enlaces, pensamos que es “más de lo mismo”, o sea, coger un contenido ajeno y utilizarlo, bien en su totalidad o en parte, presentándolo con nuestro “toque” o modificándolo para nuestros fines estratégicos, tanto monta, monta tanto.

Vamos a ver las diferentes modalidades que puedes elegir en ese caso.

1 Compartiendo el contenidoi directamente

Vamos, copiando y pegando el enlace del contenido original o dándole al botón de compartir desde los botones sociales, bien desde la web original o desde la propia red social (Facebook, Twitter, etc.) sin añadir nada.

Esta es la forma más cutre y menos recomendable de curar contenidos, si es que hacer eso puede llamarse así. Cierto, compartes un contenido que te ha parecido interesante, pero así, a palo seco, sin decir nada para ponerlo en valor… pues como que no es muy profesional que digamos.

Y además no dice mucho sobre ti.

2 Compartir retitulando

Bueno, algo es algo 😀 Al menos en este caso además de compartir el link a ese contenido lo has presentado con otro título también adecuado aunque diferente al del post original.

Simplemente hacer esto ya le puede dar más brillo, ya que si retitulas correctamente puedes llamar más la atención sobre ese contenido incluso que con el título original. Tampoco es una forma de curar contenidos como para “tirar cohetes”, pero mejor que la anterior ya es.

3 Compartir ese contenido presentándolo.

Esta es la forma que nos parece más correcta y completa (aunque la siguiente tampoco está mal). Al presentar el post con un comentario en el que lo presentas te estás “retratando” tú como curador de contenidos.

Una presentación adecuada a tus estrategia y que cree interés en la audiencia por leer ese contenido, le dice a tu público que sabes de lo que hablas, que es realmente de interés que te interesas por darles lo mejor y muestra de manera más correcta tus dotes como curador de contenidos.

Tu presentación hará más probable que la audiencia clique ese enlace y si es realmente bueno les dirá que tú también eres una fuente fiable.

4 Compartir el post citando una parte relevante del texto.

Esta es una forma también muy correcta de curar contenidos en las redes sociales, aunque es más laboriosa que la anterior.

¿El motivo? Pues que además de haberte leído el post entero, cosa que es imprescindible siempre como dijimos anteriormente, te tienes que “comer el coco” para decidir qué parte del texto es la más adecuada.

Decidir esto no es nada fácil y aunque no queda mal como curador creemos que dice mucho menos de ti que si añades un comentario o presentación de tu propia cosecha, pero bueno, ahí ya eres tú quien decide (siempre lo eres realmente, je, je… )

Por último y para terminar con este apartado de cómo hacer curación de contenidos en redes sociales, decirte que siempre que añadas un comentario de presentación o un resumen mediante una parte del texto original, debes cuidar de que no sea excesivamente largo.

En Twitter ya sabes que existe el límite de los famosos 140 caracteres, así que queda claro que no te puedes (ni debes) enrollar.

Pero en Facebook no existe límite, así que puedes caer en la tentación de hacer una presentación o citar una parte del contenido excesivamente larga. ¡No lo hagas!

Está comprobado que en las redes sociales los posts cortos animan más a leer que los que se enrollan demasiado, así que tanto si presentas el contenido con un comentario de tu propia autoría como si coges una parte del contenido original para hacerlo, trata de que sea dos cosas: breve e impactante.

Como salvedad a esto cabría decir que en Facebook sí puedes poner un texto  más largo. Como sabes, se acorta, y el lector debe clicar «leer más» para seguir leyendo, así que si eliges escribir un texto más largo este debe ser lo suficientemente interesante y causar curiosidad para que las personas quieran leer más. Si no es así, mejor que sea un texto corto como hemos aconsejado por norma.

Otro consejito (sí, otro más) para terminar este apartado, es que incluyas hastags (#) que hagan destacar ese contenido y ayuden a encontrarlo a las personas que buscan algo como eso.

Te interesará leer nuestro post Cómo crear y utilizar un hashtag en diferentes redes sociales

Aunque esta etiqueta se utiliza más en Twitter y en Facebook y Google Plus parece menos importante, el hastag tiene posibilidades de hacer más visible ese contenido que te has molestado en filtrar, leer, presentar y compartir y no te cuesta nada añadirlo. Incluye un máximo de tres hastags por post.

Beneficios de realizar curación de contenidos

Tanto si eres empresa o profesional puede ocurrir que no tengas, cómo dijimos al comienzo la creatividad, el tiempo o los medios necesarios para crear contenido propio.

Hacer curación de contenidos te puede venir estupendamente para incorporar contenido a tu web con regularidad. De hecho conocemos unas cuantas webs que funcionan a base de hacer curación de contenidos “a saco”.

También puede ocurrir que aunque existen poderosas razones para tener tu propio blog seas empresa o no, vaya, pues no lo tengas, pero sí tengas presencia en las redes sociales.

En ese caso, hacer curación de contenidos en las redes sociales se convertirá en la forma en que le dices a tu audiencia cuáles son tus intereses, que sabes de lo que hablas y que te preocupas de darles contenidos de calidad aunque no sean contenidos propios.

Además, y al igual que con un blog, te servirán para tener algo digno que publicar mucho mejor que darle al retuit o al compartir simplemente lo que han publicado o compartido otros en la red social de turno.

También, y aunque solo seas un usuario de las redes sociales (y más aún si buscas destacar de alguna manera o porque buscas empleo o proyección profesional), el hacer curación de contenidos te dotará de relevancia y te hará destacar ante tus amigos y posibles empleadores.

No olvides que los departamentos de RRHH se guían ya más por lo que compartes en las redes sociales que por los curriculums que les envías, así que no estará de más que vean que te interesas realmente por aquello en lo que dices que eres un buen profesional.

Y en cualquier caso el realizar esta tarea te mantendrá atento a lo que ocurre en el mercado sobre los temas que te interesan y como antes de curar esos contenidos los habrás leído, siempre irás aprendiendo cosas nuevas. Solo esto ya sería un buen motivo para hacer esto bien ¿no te parece?

Ten la seguridad de que realizada de una manera correcta y estrategica, la curación de contenidos te puede reportar muchos beneficios.

¿Te ha gustado este post? ¡Haz curación de contenidos con él de la manera que consideres más adecuada! Por ejemplo, compartiéndolo en las redes sociales 😉

8 pensamientos en “Curación de contenidos: cómo realizarla y en qué te beneficia

  1. Pingback: Curación de contenidos: cómo realizarla y en qué te beneficia #infografia #socialmedia | TICs y Formación

  2. Pingback: Cómo hacer curación de contenidos y en qué te beneficia #sm

  3. Pingback: Community Manager, el superhéroe del social media | Web Services Pro

  4. Pingback: Cómo buscar trabajo usando marketing de atracción en redes sociales | Web Services Pro

  5. Pingback: Cómo hacer curación de contenidos y en qué te beneficia

Deja un comentario