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El PSOE intenta vencer el rechazo inicial a la investidura de Díaz

Los cuatro partidos de la oposición votarán en contra tras el discurso

La presidenta andaluza en funciones, Susana Díaz.
Raúl Limón

Los cuatro partidos del oposición en el Parlamento andaluz (PP, con 33 escaños; Podemos, con 15; Ciudadanos, con nueve; e Izquierda Unida, con cinco) rechazarán en la primera votación la investidura de la candidata socialista, Susana Díaz, quien solo contará con el respaldo de los 47 diputados de su partido. Pero las negociaciones siguen abiertas y los socialistas confían en alcanzar un acuerdo con Ciudadanos y Podemos para que se abstengan en segunda votación. La intención es que las otras dos formaciones se sumen, pero PP e IU ya han anunciado que mantendrán su negativa.

“El PP no está dispuesto a darle un cheque en blanco a la señora Díaz, que solo aspira a mantenerse en el poder sea como sea”, proclamó este sábado el diputado del PP y presidente de esta formación en Sevilla, Juan Bueno. Los populares no quieren una repetición de elecciones, circunstancia prevista en la norma si transcurren dos meses sin acuerdo en la Cámara. Tanto socialistas como el PP lo saben desde que se reunieron el 25 de abril tras los comicios autonómicos. Pero la formación del presidente Mariano Rajoy guarda esa carta para después de las elecciones municipales, algo que los socialistas reprochan. “Rajoy es un trilero”, replicó el sábado el secretario de Organización socialista, Juan Cornejo.

La presidenta en funciones de la Junta también recriminó al PP su ausencia de las negociaciones. “Ahora, los partidos tienen que hablar en el Parlamento y escuchar a la calle y me he encontrado al PP de puente. No hay nadie en el Partido Popular preocupado por Andalucía (...), por hacer propuestas para los andaluces y de decirme, el lunes, en tu discurso de investidura, esto es lo que te pide el Partido Popular en beneficio de los andaluces”, afirmó Díaz

Susana Díaz habla sobre los delitos de corrupción.

El acuerdo más avanzado es con Ciudadanos, con quienes los socialistas prevén hacer un acto público de firma del compromiso contra la corrupción acordado este fin de semana y que era la primera condición del nuevo partido para “sentarse a negociar”. Este acuerdo incluye que ningún imputado ocupe un cargo, fiscalización de cuentas de partidos, publicidad de la declaración de la renta de cargos públicos y parejas y la responsabilidad subsidiaria de los partidos que se beneficien de casos de corrupción.

Ambas formaciones aseguran que están muy cerca del acuerdo en el resto de asuntos a tratar: reactivación económica, políticas sociales, sanidad, educación y regeneración democrática.

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Sin embargo, Ciudadanos votará en contra en la primer vuelta, según avanzó el vicesecretario general, José Manuel Villegas, y solo se abstendrá si el pacto llega a buen fin.

De esta forma, Susana Díaz, que necesita más votos positivos que negativos en la segunda jornada de la investidura, prevista inicialmente para el jueves, precisa también de la abstención de Podemos.

La dirección de este partido en Andalucía afirmó que la respuesta de los socialistas a sus demandas no hace posible aún su abstención. Podemos reclama un compromiso “concreto” para que la Junta no trabaje con bancos que desahucian y reducción de altos cargos. Esta medida incluye eliminación de directivos y asesores de las agencias y fundaciones de la Administración y que los puestos de la Junta desde los directores generales hacia abajo no puedan ser ocupados por cargos de libre designación.

El PSOE ofrece ante la primera exigencia una “cláusula social” que, acompañada de incentivos a los bancos para que no desahucien, nuevas normativas sobre préstamos hipotecarios y otras medidas de mediación y control, eviten los desalojos por impago, el objetivo de la medida. Sobre la segunda, han aportado cifras de reducción llevadas ya a cabo, pero no el compromiso concreto para la nueva legislatura. A Podemos no le satisface esta respuesta y reclaman planteamientos concretos y precisos. Cornejo consideró que están a “un folio” del acuerdo, pero si este no llega en los términos que reclama el partido de Teresa Rodríguez, mantendrán su voto en contra.

Con Izquierda Unida no hay negociación abierta, aunque sí conversaciones telefónicas. Esta formación votará en contra y no quiere diálogo previo al discurso de investidura.

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Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.

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