Acaba la noche
con una elipsis
de puntos suspensivos
antes de que despiertes a mi lado.
Siempre,
ojalá esto pasara siempre,
la elipsis
y el despertar.
Pero todavía duermes,
aún no has vuelto
al mundo de la vigilia.
Me desperezo
y tu rostro
se difumina con la media luz.
Siempre que despierte
esperaré encontrarte a mi lado,
aunque no estés,
aunque todavía sigas dormido.
La blancura anónima de las sábanas,
refugio que encontré
entre tus brazos
para mirar la mañana
con otros ojos.
Siempre despertaré a tu lado,
en realidad,
espero hacerlo.